NOIMISTI

Es el blog oficial de la Asociacion Civil NOIMISTI, donde expondra las diferentes acciones y propuestas que realiza como institucion, con el fin de generar sinergias y alianzas a favor de las comunidades andinas y amazonicas para su desarrollo sostenible con identidad.

15 oct. 2009

¿Habrá alimentos para los nueve mil millones de seres humanos?

Hasta el año 2050, 9 mil millones de personas poblarán la Tierra, más de 2 mil millones más que hoy. ¿Se podrá alimentar a todos?


El número de personas que pasan hambre pudo mantenerse, en 2008, por debajo del límite de los mil millones. Este año, sin embargo, serán 150 millones más que el año anterior; el límite del año pasado fue sobrepasado en junio. Las iniciativas positivas que existen en algunos países no pueden equilibrar el crecimiento demográfico. Por otro lado, en la Tierra hay en este momento alimentos más que suficientes para nutrir sanamente a todos y cada uno de sus habitantes. Así lo afirma Benedikt Haerlin de la Zukunftstiftung Landwirtschaft, una fundación de investigación del futuro de la agricultura. Haerlin colaboró en el Informe Mundial de la Agricultura de 2008.

Producimos demasiado

La cuestión no es si podemos alimentar a toda la población mundial. Producimos hoy demasiado; producimos mucho más de lo que necesitaríamos para alimentar a todos. Justo en las pequeñas empresas agrícolas, doblar la producción nos costaría –en el sentido de incrementar la cantidad de alimentos que llegan verdaderamente a la mesa- una sonrisa“, afirma Haerlin.

La agricultura pasó de moda

Desarrollo rural y agricultura pasaron de moda hace mucho rato. El progreso se volvió sinónimo de industrialización, exportaciones y urbanización. Entretanto, más de la mitad de la población mundial vive en ciudades – y lentamente todos reconocen que tenemos que comer y que en las ciudades no crece nada. También las agencias de desarrollo lo han detectado. Por ello el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional han vuelto a conceder créditos para el desarrollo rural “Ya era hora”, opina Janice Jiggings del International Institute for Environment and Development en Londres, quien también colaboró con el Informe del Consejo Mundial para la Agricultura.

“Si tenemos mil millones de personas que pasan hambre porque no tienen dinero para comprar alimentos y tenemos mil millones de seres que sufren de sobrepeso –en parte también en los países en desarrollo- hay algo que evidentemente funciona mal. El sistema agrícola en general está fuera de control y, en el futuro, no podrá alimentar a todos de manera pacífica y civilizada. Tenemos que cambiar el sistema entero. A los consumidores normales les queda cada vez más claro – a los políticos también”, afirma Jiggings.

La solución no pasa por abonar químicamente

Echar abonos químicos a suelos exhaustos para doblar la producción no es la solución. La agricultura global es hoy uno de los principales asesinos del medio ambiente; no sólo porque se talan bosques para hacer sitio a plantaciones y monocultivos sino también porque la agricultura industrial produce buena parte de los gases de efecto invernadero.

Esta idea de que somos más y por ello tenemos que producir más es equívoca. Tenemos que producir mejor. Y si se tiene en cuenta que menos de la mitad del cereal que se produce en este mundo está destinado a alimentar a los seres humanos y que el resto se destina a producción animal, combustible y otros procesos industriales queda claro que el problema no es si podemos producir las cantidades físicas necesarias, sino que si la comida está ahí donde se necesita”, explica Haerlin.

Alimentos para todos

“En este momento hay más alimentos para repartir de los que se necesita en realidad”, afirma por su parte el director del Programa de Medio Ambiente de Naciones Unidas, Achim Steiner. Sin destinar a la agricultura un solo kilómetro cuadrado más podríamos dar de comer a todos los seres del planeta en este momento, se trata sólo de manejar mejor los recursos, opina Steiner quien explica:

“Se toma muy poco en cuenta que mientras tenemos una crisis global de alimentos y alimentación, tiramos a la basura entre un 30 y un 40 por ciento de nuestros alimentos. La producción y el mercadeo de alimentos ocasionan esto. En vez de pensar de dónde sacar más tierra o de si nos tendremos que ir a la Luna para poder cosechar todo lo que necesitaremos en el futuro, tendríamos que mirar un poco más hacia nuestro propio patio trasero. Tenemos que crear un incentivo financiero para evitar los desechos”

Autor: Helle Jeppesen

Editor: José Ospina Valencia

Fuente: http://www.dw-world.de/dw/article/0,,4792344,00.html?maca=spa-rss-sp-all-1122-rdf

13 oct. 2009

Nobel Alternativo por un mundo sin armas nucleares, contra las enfermedades y el cambio climático

Cuatro científicos son galardonados con el Premio Nobel Alternativo por su aporte a la preservación del clima, su lucha contra las enfermedades de los más pobres y sus ideales por un mundo sin armas atómicas.

El Premio Nobel Alternativo se otorga este año a cuatro activistas cuya labor se destaca por concientizar acerca del cambio climático, por luchar para desterrar enfermedades motivadas por la pobreza, así como por esforzarse en lograr un mundo más pacífico, libre de armas nucleares.

Difusión de la ciencia y peligros que acechan al clima

El zóologo canadiense David Suzuki, de 73 años, recibió el novel Alternativo por "la responsabilidad social como científico”. Suzuki es, además de científico, moderador de programas de radio y televisión. En su emisión televisiva “The Nature of things” (La naturaleza de las cosas) se explica temas científicos complejos de modo que puedan ser comprendidos por un amplio público.

El Dr. Suzuki dedicó una labor de más de veinte años a aclarar la consecuencias del cambio climático. Es especialista en genética y ya fue premiado varias veces por su aporte a la difusión de la ciencia y a la toma de conciencia sobre los efectos de los cambios tecnológicos y ecológicos en la vida cotidiana.

Premiado por salvar los bosques

Como recompensa a una labor de protección al medioambiente y de lucha contra enfermedades causadas por la pobreza en el continente africano se premió a dos científicos. Por un lado, al biólogo René Ngongo, nacido en 1961, por su compromiso con la conservación de la selva tropical en Congo.

De Ngongo dijo el Director de la Fundación Right Livelihood Award de Estocolmo, Ole von Uexküll: “se trata de un hombre que lucha por una de las dos selvas tropicales más grandes del planeta exponiendo su vida a peligros extremos”. Desde 1994, Ngongo, que trabaja para Greenpeace y es experto en medioambiente, arriesga valientemente su vida sacando a la luz todo tipo de actividades, como la tala de bosques, que pongan en peligro la supervivencia de los bosques. René Ngongo se aboca a lograr transparencia en las reformas de la ley de explotación maderera.

El Nobel por salvar la vida a miles de mujeres
Por el otro, la médica ginecóloga australiana Catherine Hamlin, de 85 años, fue premiada por su trabajo de 50 años en la capital etíope de Addis Abeba tratando a mujeres con fístulas obstétricas.
Dichas fístulas, provocadas por el parto, son fisuras que se producen entre la vagina y la vesícula, cuando la cabeza del feto es demasiado grande y presiona contra la pelvis materna, interrumpiendo la circulación sanguínea. Las fístulas aparecen cuando, en situaciones precarias, las contracciones del parto se prolongan y no son atendidas por personal médico. En los países desarrollados, esta enfermedad se erradicó en el siglo XX con la práctica del parto por cesárea.
Las fístulas obstétricas pueden ocasionar la muerte del niño, o una incontinencia grave en la madre, además de poder provocarle la muerte si no se las trata a tiempo. La incontinencia de las mujeres hace que las familias las excluyan y hasta abandonen. Según la Organización Mundial de la Salud, unos tres millones de mujeres padecen de fístula obstétrica en países en vías de desarrollo, y se trata de una enfermedad que puede evitarse con una profilaxis adecuada o a través de una simple operación intravaginal. La ginecóloga Hamlin fue premiada por “ayudar a restaurar la salud, la esperanza y la dignidad de miles de mujeres africanas pobres”, según el jurado en Estocolmo.
Por imaginar un mundo en paz
También el sueño de vivir en un mundo libre de armas nucleares y el compromiso por lograrlo fue galardonado con el Nobel Alternativo. El pedagogo pacifista neozelandés Alyn Ware, de 48 años, lleva a cabo hace 25 años campañas educativas para acabar con el armamento atómico en su país, en el marco de programas pedagógicos de las Naciones Unidas. El jurado lo designó por su papel en la difusión del trabajo por la paz. En 2002, Alyn Ware fue cofundador del grupo “Parlamentarios contra la proliferación nuclear y por el desarme”.
El filántropo sueco-alemán Jakob von Uexküll creó el Premio Nobel Alternativo para “honrar y apoyar a quienes ofrecen respuestas prácticas y ejemplares a los desafíos más urgentes a los que debemos enfrentarnos hoy”, según sus propias palabras. El premio, dotado de 50 mil euros, se entregará en diciembre de 2009 en la sede del Parlamento de Suecia, tres días antes de la cumbre sobre el clima de las Naciones Unidas, a realizarse en Copenhague.
Autora: Cristina Papaleo/DPA, AP
Editor: Pablo Kummetz